Fabricación 1899

Jabones finos de tocador

"Los jabones de tocador se preparan de dos maneras distintas. En algunas fábricas los preparan directamente por medio del empaste de los cuerpos grasos y de la lejía alcalina, incorporando luego a la masa, cuando su temperatura ha descendido a un grado conveniente, las materias colorantes y los aceites esenciales o grasas odoríferas.


Sin embargo, el sistema más generalmente usado por los más acreditados fabricantes de jabones finos de tocador, es el de operar tomando del comercio jabón perfectamente neutro de aceite puro de olivas.


Las barras de jabón se van colocando dentro de una máquina especial llamada cortadora, la cual lo reduce rápidamente a finísimas virutas. Existen cortadoras tan perfeccionadas que en el espacio de una hora pueden reducir a delgadas hojillas más de cien kilogramos de jabón.


Las virutas se secan a la estufa hasta que solo contengan el 10 o 12 por 100 de agua y se reúnen enseguida dentro de una caja de madera forrada de plomo, en donde se le añaden las sustancias colorantes y las esencias y colores que se deslíen previamente dentro de una vasija de barro barnizada y se van echando luego en pequeñas porciones sobre el jabón revolviendo la masa el tiempo necesario hasta que queden perfectamente incorporados. Después de esto, se procede a su trituración o machaqueo, operación que tiene por objeto efectuar una mezcla completamente homogénea de las substancias indicadas.


Dicha operación se efectuaba antiguamente por medio de morteros de mármol y pilones de madera, y hoy se ejecuta con máquinas especiales que se llaman machacadoras-mezcladoras. El modelo de M. M. Beyer se compone de cuatro cilindros de granito, dos horizontales y dos oblicuos superpuestos a los primeros, con cuya disposición se obtiene una pasta suave, untuosa y bien igualada. Existen multitud de otros modelos más o menos perfeccionados: pero que en resumen se reducen todos al empleo de dos o más cilindros para malaxar bien la mezcla.


El jabón así preparado, se pasa por una máquina especial cuya objeto es comprimirlo y reducirlo en barras del grueso que se desee. Dichas máquinas, análogas a las de hacer embutidos, se componen de un cuerpo cilíndrico en cuyo interior gira una rosca cónica que va comprimiendo el jabón hacia la terraja, por donde salen las barras que recoge la canal. Por medio de un cuchillo se cortan luego pedazos del peso conveniente y se dejan secar hasta que aparezca en la superficie de los panes una tenue capa endurecida, en cuyo estado se introducen en el molde para darles la forma definitiva. En las clases más superiores se frotan las pastillas con espíritu del vino para dejarlas más suaves y se moldean nuevamente.


Cuando se trate de grandes instalaciones en vez de las sencillas máquinas que hemos indicado, es preferible recurrir a las máquinas acopladas, entre las cuales uno de los mejores modelos es el de M. M. Beyer."

"EL MUNDO CIENTÍFICO" Nº 14. Barcelona, 5 de diciembre de 1899.
Artículo completo: Págs. 213-214.




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